Los problemas de fontanería son una de las dificultades más serias con la que nos podemos topar en una comunidad de vecinos. El simple hecho de no disponer de agua cuando se necesita para nuestras actividades cotidianas. Como una fuga incontrolada o rotura de tuberías, pueden arruinar cualquier propiedad en menos tiempo de lo esperado. Además, es un problema mucho más habitual de lo que la gente se piensa. Por ello es bueno actuar siempre con tiempo y conocer el modo de actuación frente a las incidencias más frecuentes.
Identifica la localización de los problemas de fontanería
Antes de nada, lo primero es reconocer si se ha producido algún tipo de problema en la instalación. Además de idenfificar el lugar donde se localiza. Ya que puede que la fuga de agua provenga de alguna habitación o lugar inesperado.
En muchos otros casos, puede ocurrir que tengamos algún latiguillo anticuado, que tengamos residuos que están atascando alguna tubería o puede que alguna pieza del grifo, lavabo, etc… tenga un escape.
Sea cual sea el problema, lo primero y más indispensable será localizar con exactitud el punto donde radica y ponernos manos a la obra.
Pero… ¿de quién es el problema realmente?
Es importante tener en cuenta que, en determinadas comunidades de propietarios, puede que el problema venga de otra vivienda. En tal caso debería ponerse en contacto con el vecino del cual piensa que proviene la fuga tan pronto como sea posible e informarle de la situación.
En otras ocasiones, puede ocurrir que el problema se encuentre en zonas comunitarias de la instalación. O incluso en las propias tuberías de la calle, responsabilizándose en tal caso la comunidad que paga el servicio.
Sin embargo, ha de tener presente que es responsabilidad del propietario las tuberías que pasen por el interior de su vivienda. Pasando a ser responsabilidad de la comunidad únicamente aquellas tuberías generales del propio edificio y zonas externas al domicilio privado.
Los problemas de Fontanería más frecuentes
1) Fugas de Agua
Las fugas de agua se tratan de unos de los problemas de fontanería más frecuentes a los que nos podemos enfrentar. Ya que pueden oscilar entre pequeñas goteras o humedades en suelos y paredes que a veces pueden ser imperceptibles. Hasta roturas de cañerías más serias, que podrían resultar en un incremento del precio de nuestra factura. O incluso resultar peligrosas combinadas con determinados electrodomésticos, entre otros muchos desperfectos.
Por todo ello deberemos de prestar mucha atención al medidor de nuestro contador de agua si sospechamos que existe algún tipo de fuga en nuestra instalación. Ya que podremos comprobar que aumentan sus cifras pese a no usar el agua.
En caso de que no tengas claro si la fuga proviene o no de tu propia vivienda, siempre puedes probar a cerrar la llave de paso. De esta forma, podrás comprobar si el problema persiste o incluso echarle un vistazo al contador general de tu comunidad.
2) Falta de Caudal
La falta de caudal de agua suficiente es otro de los problemas de fontanería más reportados.
Si sientes que en la ducha o en los grifos de tu vivienda el agua llega con una presión insuficiente, puede que el problema esté relacionado con una acumulación de sedimentos. Ya que en el interior de las cañerías se van depositando minerales y otras partículas con el paso de los años.
En un primer paso, puedes tratar de solucionarlo desmontando el grifo o ducha en donde se localiza el problema y comprobar que siguen funcionando correctamente y no se encuentran obstruidos. Si el problema persiste, también se puede tratar de filtros sucios, acumulaciones de cal…
En otras circunstancias, puede ser que el problema radique en que no llega suficiente presión a las tuberías de tu vivienda. O incluso a toda la comunidad de vecinos. Por lo que puede que la empresa sumistradora de agua no esté mandando el agua con la suficiente presión. Sin embargo, también podría tratarse de un desperfecto generalizado de la instalación. En ambos casos es recomendable que llame a un profesional o se ponga en contacto con el seguro.
3) Temperatura del agua
No disponer de agua caliente puede resultar una verdadera catástrofe. Sobre todo en esos meses de invierno en lo que asearse con agua fría nos puede resultar totalmente imposible. Como medida inicial, deberías asegurarte de que el butano, gasoil, etc… se encuentran en sus niveles correctos. En otros casos, puede tratarse de un fallo en la caldera o calentador de agua. De manera que si se trata de una instalación comunitaria, lo mejor será ponerlo en conocimiento del administrador para que avise a un técnico.
4) Exceso de residuos
En determinadas ocasiones puede ocurrir que el agua del grifo no salga del todo cristalina. En algunas zonas esto puede deberse a un problema de aguas duras. Esto significa que el agua presenta un exceso de minerales que a la larga puede resultar dañino para nuestro organismo. En estos casos lo ideal sería hablar con el resto de vecinos para instalar un descalcificador de agua, emplear una filtradora o beber agua embotellada. Reduciendo de este modo al mínimo indispensable el consumo de agua del grifo.
En otros casos tras fuertes lluvias torrenciales, obras o algún tipo de incidente o modificación que pudiera afectar a las tuberías de la comunidad, puede ser que el agua salga turbia o presente un sabor poco habitual. Si los problemas de fontanería de este tipo persisten tras unos días, póngase en contacto con sus vecinos para comprobar si el incidente también les afecta.
Si el agua presenta alguna tonalidad extraña podría tratarse de un problema más serio. Pudiendo tratarse de tuberías corroídas o con un exceso de sendimentos. Presta especial atención si detectas olores fuertes o agua con un color verdoso o rojizo, podría ser peligrosa para el consumo y no es recomendable beberla hasta contactar con un profesional que revise correctamente el problema.
Como recomendaciones generales, es importante poner cualquier incidente siempre en conocimiento del administrador de la comunidad, presentar en la medida de lo posible un seguro a prueba de averías y en caso de cualquier duda contactar con un fontanero o profesional especializado.